“Es totalmente una mentira. Gente mal intencionada que está en contra no de los dos oficiales, sino de la institución, que quiere dañar la imagen de la misma”. Esa fue la respuesta que el coronel Franklin Dávila dio a la prensa esta mañana frente al rumor de un supuesto intento de  golpe de estado.

El coronel Marcelo Gaibor  también deslindó su responsabilidad, porque se ha dicho que junto a Dávila habrían planeado realizar el pasado viernes 22 de abril un golpe a favor del ex mandatario Lucio Gutiérrez.

Desde el Fuerte Militar Atahualpa, en Quito, Dávila aseguró que estuvo junto al coronel Gaibor durante la crisis en el Palacio de Carondelet, “donde estuve planificando, organizando y ejecutando lo que la institución (Fuerzas Armadas) y la Constitución establecen: la defensa del orden constituido”. Dos días después de la posesión de Alfredo Palacio como nuevo mandatario, “a las 10h00 del día viernes yo mandé franco a la gente. Y a las dos de la tarde he pasado a mi casa. Yo entré a saludarle cinco minutos  a mi coronel (Gaibor), como acostumbro hacer permanentemente”, aseguró.

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De acuerdo a la publicación del 23 de mayo del diario quiteño El Comercio, dos días después de la  posesión de Alfredo Palacio como nuevo Jefe de Estado, una “jugada” del coronel en servicio pasivo Jorge Brito, asesor presidencial y amigo del Jefe de Estado, “afianzó al nuevo Régimen, con la desactivación de un intento de golpe militar que se confabulaba con oficiales en la Brigada de Infantería 13 Pichincha, en Alóag... La maniobra fue planificada la víspera, a primera hora, y el mismo viernes 22 sirvió para contrarrestar un intento de insubordinación impulsado por coroneles afectos a Lucio Gutiérrez pertenecientes a la Brigada de Fuerzas Especiales Patria, en Latacunga, y a la Brigada de Infantería 13 Pichincha, en Alóag. En esta última unidad hubo una reunión de militares que deliberó sobre la forma de tumbar a Palacio y devolver el poder a Gutiérrez. La nueva cúpula controló esos intentos, activó los sistemas de Inteligencia, envió a generales a los repartos del país y calmó los ánimos encendidos”.

Pero Dávila asegura que es falso el supuesto hecho. Recalca que no le han pedido un informe sobre la supuesta participación, porque “los informes se realizan cuando hay crisis, cuando hay movimiento de tropas”, pero no “cuando no hay nada”.

Para argumentar sus declaraciones, el coronel Dávila reiteró que cuando “regresamos el jueves en la noche a mi brigada, a Latacunga, a las 07h00 hicimos un recuento de lo que sucedió en la crisis. A las 10h00, con la autorización de mi coronel de división, mandé a sus casas a los soldados, Quito, Guayaquil. Yo, a las 14h00, luego del almuerzo regresé a mi casa y pasé a saludar cinco minutos a mi coronel Gaibor”.

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Además, aseguró que no tiene ninguna cercanía con el coronel Gutiérrez. Dijo que su relación con el ex mandatario es la misma con el actual Presidente. En este sentido, descartó que su participación durante el 21 de enero del 2000 haya sido a favor del ex Jefe de Estado ahora asilado en Brasil. Fue por el momento que vivía el país, manifestó.

Por su parte, el coronel Marcelo Gaibor declaró que con Dávila habló temas laborales. “Los compañeros vienen y hablan eminentemente asuntos profesionales. Eso es lo que ha sucedido con el coronel Dávila, con el coronel Gaibor, y con el resto de militares que asisten a esta brigada a hablar asuntos eminentemente profesionales”. En este sentido, dijo que “no ha habido ninguna reunión con ningún grupo de oficiales para tal o cual pretendido asunto que hacen a través de los medios de comunicación. Lo único para lo que nos reunimos aquí diariamente es para planificar las actividades eminentemente militares”.

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Cuando fue cuestionado sobre la posición de  la cúpula militar en este caso, Gaibor aseguró que continúan siendo oficiales de confianza. “El alto mando militar pone a sus hombres de confianza para conducir los destinos de cada una de nuestras dignidades. El alto mando militar confía en todos los oficiales. Preferentemente continúa confiando en los oficiales que están comandando cada una de las brigadas”, declaró.

Finalmente, Dávila dijo que “posiblemente” tomarán medidas legales sobre este asunto, pero subrayó que la decisión es exclusiva del alto mando militar, y no de él ni del coronel Gaibor.

Mientras los dos oficiales dieron su versión en rueda de prensa, el Presidente se reunió este miércoles  por la mañana a puerta cerrada con el ministro de Defensa, Solón Espinosa, el alto mando militar y la cúpula de la Policía. De acuerdo a Teleamazonas, se pudo conocer que los mandos de la fuerza pública presentaron un informe de lo que ocurrió el 20 de abril en Ciespal, cuando, en medio de las protestas multitudinarias que tuvieron lugar en las calles de Quito, Palacio fue posesionado por una mayoría parlamentaria como nuevo presidente del Ecuador.