Al haber emergido de la pesadilla vivida los dos últimos años, parece mentira volver a ver la luz y sabernos libres de todos los Gutiérrez y asociados, que han manejado al país como su feudo personal y solamente para sus propios intereses y los de todos sus familiares, amistades.

Ojalá este nuevo Gobierno no cometa los mismos errores de nepotismo del régimen pasado y se rodee de personas honorables que no irán con el único propósito de llenarse los bolsillos.

Así como el Canciller ha pedido la renuncia a todos los semianalfabetos que estaban ocupando puestos diplomáticos, esperamos que tome en cuenta los artículos periodísticos publicados, que dicen que en el último año se expidieron 900 pasaportes diplomáticos.

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Lourdes Meloni de Rojas
Guayaquil