El cocalero Evo Morales y el sindicalista Jaime Solares mantienen una pugna y se distanciaron.

La Paz se encontraba aislada ayer del resto de Bolivia por marchas de miles de manifestantes, en su gran mayoría campesinos indígenas, en favor de la nacionalización de los hidrocarburos, la convocatoria a una asamblea constituyente y el rechazo al proceso autonómico de la región de Santa Cruz.

El jefe de Estado Mayor del Ejército, general Marcelo Antezana, señaló que las FF.AA. no van a permitir la división del país, pero resaltó que no se opone a las autonomías.

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El gobierno del presidente Carlos Mesa invocó al diálogo a la oposición mientras el secretario de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, y el diputado y líder cocalero Evo Morales se distanciaron.

Mesa llama al diálogo a una oposición dividida
AP
LA PAZ.–  Indígenas bolivianos que exigen la nacionalización de los hidrocarburos y rechazan las autonomías intentaron ingresar a la Plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno y el Congreso Nacional, pero fueron reprimidos por la policía.

Un acorralado gobierno boliviano llamó ayer al  diálogo de pacificación del país, mientras una pugna dividía a quienes lideran las protestas sociales en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos, la convocatoria  a una Asamblea Constituyente y en contra de las autonomías.

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“Nosotros tenemos la mejor voluntad” de ir “otra vez al diálogo y al encuentro”  con una convocatoria “a todos”, declaró el ministro de la Presidencia, José  Galindo, quien afirmó que el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, “está trabajando en el tema”.

En Sucre, donde encabezó los actos cívicos de la capital boliviana, el presidente Carlos Mesa  reiteró su decisión de cumplir su mandato hasta agosto del 2007.

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“Que no quepa duda que estoy cumpliendo mi deber y lo haré hasta el último  día de mi mandato (...). No pasa por mi cabeza la idea de renunciar (porque) mi  obligación, más que nunca, es cumplir el mandato de la Constitución Política  del Estado”, señaló.

Mesa convocó a sus compatriotas a actuar con responsabilidad y a usar  los mecanismos democráticos sin provocaciones, ni violencia y a no alimentar  los rumores. Destacó que ante las movilizaciones, el gobierno responderá con  serenidad y templanza.

Opositores se dividen
Mientras, el líder cocalero y diputado opositor Evo Morales y el secretario de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, que forman parte del “pacto antioligárquico” se distanciaron el lunes, en un cabildo abierto en la plaza San Francisco.

Solares y el dirigente social de El Alto, Roberto de la Cruz, pidieron el cierre del Congreso, la renuncia de Mesa, la nacionalización de los hidrocarburos y la expulsión de las transnacionales petroleras.

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Morales, por el contrario, es partidario de una ley de hidrocarburos que cobre el 50% de impuestos a las transnacionales. Acusó a Solares de alentar un golpe militar en Bolivia, lo llamó “paramilitar” y “payaso” y pidió su expulsión del movimiento social por haber colaborado en la dictadura del sentenciado general Luis García Meza en 1980.

El líder cocalero dijo también que Solares sirve indirectamente a intentos golpistas externos dirigidos por el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y por “la oligarquía cruceña (Santa Cruz) y “mandos medios militares”.

La división fue comentada por el ex canciller Mandredo  Kempff, quien señaló en una columna de prensa que “si en nuestro país no se produce un enfrentamiento en serio se debe a que la confusión es de tal  magnitud que nadie se entiende con nadie”.

Mientras, miles de campesinos sitiaron ayer La Paz provocando disturbios que dejaron seis heridos por balines, según Sacha Llorenti, activista de Derechos Humanos.

En El Alto se cumplió el segundo día de un paro indefinido y se bloquearon todas las carreteras que conectan a La Paz con el resto del país y con las fronteras de Perú y Chile.