Michael Isikoff, uno de los dos periodistas de la revista Newsweek que escribieron el artículo que denunciaba profanaciones al Corán, el libro sagrado del Islam, en la base de Guantánamo, reconoció en la cadena televisiva PBS, que se equivocó al no corroborar la información.

El reportaje afirmaba que existía evidencia de que los interrogadores en la base de Guantánamo colocaron copias del libro sagrado del islam en los baños y echaron uno por el retrete para obligar a los prisioneros musulmanes a hablar.

Isikoff fue quien descubrió la relación entre Bill Clinton y Mónica Lewinsky en enero de 1998, cobertura por la que recibió el prestigioso National Magazine Award en 1999. Ahora se le acusa de provocar la muerte de decenas de personas y un daño irreparable a la política de EE.UU. en el mundo musulmán.

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Él y el coautor John Barry dieron como precaución su artículo a revisión al Departamento de Defensa, el que pidió que se modificara la redacción sobre otro asunto, pero no mencionó nada con relación al tema del Corán.

Admite que se equivocaron al no solicitarle al funcionario del Pentágono que corroborara cada punto del artículo.

Newsweek se retractó del artículo difundido el 9 de mayo después que la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado criticaron su publicación y el uso de una fuente anónima y el domingo anunció reglas más estrictas para el uso de fuentes anónimas, bajo la supervisión de los editores.

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El uso de fuentes anónimas en la prensa estadounidense es cada vez más cuestionado y se debate en los últimos días. “Lo sensato es que el periodista no sustente su historia en un solo informante”, indicó el profesor Trevor Parry-Giles de la Universidad de Maryland.

Maggie Rivas Rodríguez, maestra de la Universidad de Texas, agregó que “el uso de fuentes anónimas es algo muy serio, que el periodista solo debe hacer en casos excepcionales y en comunicación plena con sus editores”.