El pedido es uno solo: los integrantes de la Asociación Cultural de Sordos de Guayaquil quieren que en los colegios y las universidades haya intérpretes para las personas con discapacidad auditiva. “Así como se estudia inglés se deberían estudiar las señas”, indica Teddy Segovia, madre de dos jóvenes con sordera.

En la Escuela de Audición y Lenguaje del Municipio a más de las clases de señas, se potencia los residuos auditivos para que los sordos puedan pronunciar palabras o expresarse con fluidez. Pero el alto costo de audífonos (300 o 400 dólares) para facilitar el aprendizaje hace que personas de escasos recursos no tengan la misma oportunidad. En la Escuela de Audición se educan gratuitamente 270 alumnos. Los padres pueden obtener información al 245-2231.