Dos madereros, aparentemente ilegales, murieron degollados por nativos no civilizados que defendían su territorio cerca a la reserva ecológica del Manú en la selva sur de Perú, informó el martes el gobierno.
 
Otras 100 personas permanecerían cercadas por los indígenas según los familiares y podrían correr la misma suerte, agregó el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena).
 
Los nativos descuartizaron a los madereros hace una semana, cuando extraían madera ilegalmente de una reserva para no contactados, vecina al Manú, uno de los atractivos turísticos más importantes de este país por su riqueza ecológica.
 
"El hecho recién se dio a conocer porque algunos asustados madereros ilegales llegaron hasta una base de operaciones clandestina que contaba con radio e informaron de la lamentable noticia", explicó Inrena en un comunicado.
 
A fines de abril, nativos de la selva norte de Perú, cercana a la frontera con Ecuador y que tienen contactos con la civilización, asesinaron a cuatro médicos y enfermeros del gobierno porque consideraron que no respetaron las costumbres de su comunidad, según el ministerio de Salud.
 
La zona de la reserva del Manú es constantemente foco de enfrentamientos entre los taladores ilegales que ingresan armados con fusiles y las comunidades nativas no civilizadas, que tratan de defender su territorio de la depredación.
 
A pesar de tener casi todo su territorio cubierto con bosques, Perú, con una economía de unos 68.000 millones de dólares, tiene en su incipiente sector maderero al aportante de apenas unos 100 millones de dólares anuales en divisas.
 
La diferencia es abismal frente a países fronterizos como Chile, que con bosques manejados recibe unos 2.000 millones de dólares al año por exportaciones de su sector maderero, un 13 por ciento de las ventas externas del país.