Las Fuerzas Armadas de Bolivia advirtieron ayer que no admitirán ninguna decisión que vulnere la Constitución, como la de la convocatoria a un referendo de facto anunciada en la ciudad de Santa Cruz, y llamaron a los sectores regionales y sociales a que “conduzcan sus justas demandas por la  vía del diálogo y la concertación”.

“Cualquier decisión que vulnere estos principios, por muy legítima que pudiera ser, no será aceptada por la  institución”, según un comunicado. Del mismo modo, “el impedir con medidas de facto el proceso constitucional  de las demandas planteadas, será también observada”, apuntó.

“Las FF.AA. permanecerán atentas al desarrollo de los acontecimientos para garantizar el respeto al orden y al gobierno legítimamente constituidos”, agregó.

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El pronunciamiento militar coincide con el recrudecimiento de las protestas  sociales en La Paz en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos y de  las presiones regionales de Santa Cruz y Tarija que se autoconvocaron a un  referendo autonómico.

El documento de los militares, el primero que emiten sobre la situación del país, alertó además que “se está generando incertidumbre en la ciudadanía y que lejos de conducir a la solución de los problemas, se incrementa  el riesgo de enfrentamientos entre las regiones”.

El ministro del Interior, Saúl Lara, afirmó ayer que existe “gente que ha estado buscando de manera intensa algún tipo de contacto con algún nivel de las Fuerzas Armadas”, pero su comandante, contraalmirante Luis Aranda,  negó que la institución castrense aliente la ruptura del proceso democrático,  recuperado en 1982 tras casi dos décadas de regímenes militares. “En el vocabulario de las Fuerzas Armadas no existe la palabra golpe”, subrayó Aranda.