China expresó su malestar este martes por los comentarios de líderes japoneses en su visita a un monumento de guerra, un día después de que un alto funcionario chino suspendiera precipitadamente una reunión con el primer ministro japonés en un aparente gesto de desaire a Tokio.
 
La viceprimer ministro china, Wu Yi, canceló una reunión con el primer ministro, Junichiro Koizumi, el lunes, provocando un disturbio diplomático durante un viaje que había avivado las esperanzas para la resolución de las diferencias surgidas tras las violentas protestas callejeras en China en abril.
 
"Creemos que es necesario un buen ambiente para la visita de Wu Yi (...) El obierno japonés, especialmente algunos líderes, no tienen una comprensión correcta y siguen propagando comentarios incorrectos sobre la historia", dijo a Reuters el ayudante del ministro de Relaciones Exteriores, Shen Guofang.
 
"Creemos que fue muy inapropiado realizar esos comentarios durante la visita de la viceprimer ministro Wu Yi", agregó.
 
Las relaciones con China, donde el amargo recuerdo de las agresiones japonesas en tiempo de guerra es aún profundo, se han visto alteradas por una serie de desavenencias incluida el malestar chino por la visita anual de Koizumi al santuario Yasukuni, donde reconocidos criminales de guerra son homenajeados junto con los 2,5 millones de japoneses muertos en la Segunda Guerra Mundial.
 
"Este es el tema más delicado en las relaciones entre los dos países", dijo Shen. "Si el gobierno japonés puede adoptar una actitud muy sabia y no visitarlo, muchos problemas en las relaciones chino-japonesas pueden ser fácilmente resueltos".
 
Shen citó "repentinos asuntos internos" como la principal razón para suspender la reunión de Wu, la mujer con más poder de Beijing y el máximo alto cargo en visitar Japón desde el 2003.
 
Koizumi, que presentó sus respetos en el santuario de Yasukuni en enero del 2004, defendió su visita de la semana pasada, diciendo que otros países no deberían interferir en cómo Japón honra a sus muertos.
 
El líder nipón repitió que las visitas son para honrar a los muertos de la guerra y para rezar por la paz.   
 
Desaire
 
La cancelación de Wu -algo atípico en la diplomacia- y el hecho de que el martes seguía adelante con una visita a Mongolia enojó claramente a las autoridades japonesas.
 
"La situación está ahí y no ha habido ni una palabra de disculpa por la repentina cancelación de la agenda", dijo el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Nobutaka Machimura, en rueda de prensa. "Dije ayer que tales cosas van contra las buenas maneras internacionales".
 
Sin embargo, Machimura también dijo que la repentina decisión de Wu no afectaría mucho a las relaciones bilaterales.
 
"No creo que pequeñas cosas como éstas vayan a tener alguna consecuencia en las relaciones entre los dos países", dijo.
 
Protestas antijaponesas se sucedieron el mes pasado en ciudades chinas con los manifestantes arrojando piedras y huevos contra las delegaciones japonesas y contra la residencia del embajador en Beijing, durante las cuales también se registraron actos de vandalismo contra los restaurantes nipones