El gobierno español está “convencido de que la inmigración es un beneficio para la sociedad y los inmigrantes han de tener el amparo de la ley al tiempo que deben cumplirla”, afirmó el viernes pasado la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega.

Este es el sentido del proceso de regularización de quienes, “residiendo en España con cierto arraigo, cuentan con una vinculación laboral estable”, dijo Fernández de la Vega en Santiago de Compostela durante la presentación de una serie de televisión a la que asistió el ministro marroquí de Comunicación, Mohamed Nabil Benabdalah.

Hanan, una coproducción hispano-marroquí, toma como protagonista a Hanan el Omari, una niña real nacida en la ciudad española de Santiago de Compostela de padres bereberes que es a un tiempo ciudadana gallega y marroquí, árabe y europea.

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Para Fernández de la Vega, Hanan es “el símbolo de todo lo positivo del fenómeno de la inmigración”.

Subrayó que la presencia en España de cerca de dos millones de personas de otras nacionalidades ha “enriquecido el pluralismo de la sociedad española”.

“Todos ellos realizan una contribución valiosa al crecimiento económico y a la riqueza cultural de nuestro país”, dijo la vicepresidenta.

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Añadió que el “trabajo legal y regular” de los inmigrantes les constituye con iguales “derechos y deberes, lo que se traduce en mayores ingresos y mayores remesas".

Al la regularización de trabajadores inmigrantes en España se presentaron unas 700.000 solicitudes, la mayoría latinoamericanos.

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