Han pasado seis años desde que Cecilia Carrillo llegó a España. Esta ecuatoriana de 26 años trabajó en Quito en la papelería de su hermano, ubicada  en San Bartolo.

Con nostalgia recuerda que un día seducida por los museos, el arte y todo lo que rodea a Madrid, decidió probar suerte y se aventuró a viajar. Dice que prefirió España por el idioma y porque le resultó más fácil el ingreso al país ya que conseguir una visa para Estados Unidos era “prácticamente imposible”.

“Una vez en el avión, a las pocas horas me arrepentí y quería volver, pero era demasiado tarde. Llevaba seis meses en Madrid y todavía lloraba por regresar”, expresa.

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Al poco tiempo de llegar consiguió su primer trabajo como interna (servicio doméstico). Con ganas de salir adelante cambió de trabajo y fue recepcionista en una hostal,  del cual tuvo que salir meses después por su situación irregular.

Relata que luego fue  camarera de un prestigioso restaurante madrileño y es aquí donde sus jefes la ayudaron con los papeles para que se regularizara y lo consiguió.

La tarde del viernes pasado sus jefes la llamaron para que entrara a laborar una hora antes y  sorprenderla con la noticia. Una vez conocida la respuesta favorable del gobierno, Isabel y Emilio, sus jefes españoles, decidieron darle la tarde libre para que festeje el acontecimiento.

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En su casa lo primero que hizo fue ponerle una vela a su Virgen del Quinche, en agradecimiento por el favor concedido. Cecilia le ha prometido a la  Virgen que en cuanto llegue a Ecuador su prioridad será   visitar el santuario de su santa  que no le falla.

Cecilia vive en España con su esposo también ecuatoriano, Carlos, con quien se casó en Madrid hace tres años y medio.

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Residen en San Fermín (sur de Madrid) y ahora van a averiguar el precio de los pasajes a Ecuador porque quieren disfrutar de las vacaciones de verano en Quito.
Están seguros que el valor que pagarán por los boletos será muy alto, pero eso no les asusta porque han esperado desde hace años este momento  y que les resulta difícil creer que sea real.