“Justamente por ser la tercera ocasión, estoy empapada de lo que, pienso yo, debe ser la gestión en esta Subsecretaría”, refiere la artista guayaquileña, que se  posesionó la semana pasada.

La soprano  guayaquileña Beatriz Parra Durango fue posesionada, la semana pasada, como subsecretaria de Cultura, cargo que ocupa por tercera ocasión. Lo desempeñó en los gobiernos de León Febres-Cordero y Gustavo Noboa Bejarano. Graduada en Moscú, madre de una hija (la también cantante Beatriz Gil),  Parra se dedica a su profesión y  a la cátedra de canto.

Pregunta: ¿Qué la motivó a aceptar,  nuevamente, el cargo de Subsecretaria de Cultura?
Respuesta: He aceptado el desafío porque se torna urgente defender nuestros valores, en los que somos tan ricos y que se ven afectados por la globalización, por los contravalores que se promocionan tanto y que no respetan la historia de los pueblos. Justamente por ser la tercera ocasión, estoy empapada de lo que, pienso yo, debe ser la gestión en esta Subsecretaría.

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P: ¿Y cuál es, según su criterio, la gestión que debe cumplir la Subsecretaría de Cultura?
R: Una gestión de puertas abiertas, de diálogo, de descentralización de la cultura. Entre las funciones del subsecretario está presidir el Consejo Nacional de Cultura, que es una entidad donde hay fondos para impulsar la acción cultural. Y allí hay que hacer una labor descentralizadora, revitalizar las delegaciones que abrimos  nosotros en el Austro y en la Costa, para que los intelectuales, los artistas, tengan  acceso a los préstamos y beneficios para el trabajo  que desarrollan en sus regiones.

P: ¿Cuánto presupuesto maneja la Subsecretaría de Cultura?
R: Todavía no he recibido el informe del presupuesto.

P: ¿Y en las anteriores ocasiones?
R: No tenía mucho presupuesto. Pero prefiero mejor hablar ahora con cifras concretas y  todavía nos las tengo.

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P: ¿Qué programas específicos desea realizar?
R:  El Sinab tiene que volver a ocupar un lugar de importancia. Hay que retomar las bibliotecas populares, pero con el sistema de la tecnología, que estén abiertas a la comunidad. También tenemos el campo de la cultura estética, que tiene que entrar desde la escuela, para formar no solo a los artistas potenciales que hay ahí, sino  un público.

P: En el IV Festival de Cine de Cuenca, que se realizó recientemente, productores de cine, directores y artistas solicitaron del presidente de la República, mediante una carta, la instauración de  políticas culturales en el país y la aprobación de una Ley de Cine. ¿Qué opina al respecto?
R: Es muy importante la aprobación de una Ley de Cine, porque el cine a nivel mundial se está desarrollando magníficamente y aquí se necesita apoyar a los cineastas para que haya la presencia ecuatoriana en el ámbito del séptimo arte. Sobre las políticas culturales,  creo que hay que perfilarlas, porque existen, pero hay que   ponerlas viables, para que sirvan.

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P:  ¿Usted piensa, entonces,  que sí existen políticas culturales en el país?
R: Existen los lineamientos  generales, lo que hay que ver es cómo se los concreta y desarrolla y verdaderamente se los realiza. Creo que lo que se debe hacer es una gran reunión y concretar en tres o cuatro puntos.

P: ¿Está dispuesta a dialogar, a concretar acciones?
R: Hay que reunirse con pequeños grupos, poco a poco, quizá por provincia, pero con todos, porque con  grandes grupos las cosas se diluyen, no se llega a nada. Hay que establecer consensos y que lo aprobado llegue a cumplirse. Me reuniré con la anterior Subsecretaria para saber en qué  ponía énfasis, para continuar. El problema mayor es que llega un subsecretario o un ministro y no continúa el camino y eso no es bueno.

P: ¿Cuál es el concepto que tiene usted de cultura?
R: La cultura es todo. No es solamente la música clásica, la pintura o las exposiciones. La cultura son las tradiciones, la historia, la gastronomía, la riqueza de nuestros pueblos, el patrimonio oral. La cultura es tan amplia que justamente allí está la dificultad.