Los 181 militares condenados la semana pasada a un año de prisión por haberse amotinado en julio del 2003 para exigir la dimisión de la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, fueron liberados esta madrugada.

Los soldados, pertenecientes al Ejército de Tierra, la Armada y el cuerpo de marines, están libres por recomendación del tribunal militar que los juzgó.