Pese a los controles de la Policía, el contrabando de diésel, gasolina y gas doméstico desde Ecuador a Perú es notorio a cualquier hora en el cantón Macará. Esta actividad ilegal se realiza por el río Macará y por caminos clandestinos, dijeron taxistas y comerciantes que circulan por el sector.

La transportación de esos productos se la hace por la noche en canecas que son cargadas por acémilas y caballos por caminos cercanos al puente internacional de Macará. Mientras en el día, las aguas del río del mismo nombre sirven para cruzar recipientes y los cilindros de gas que llevan  combustible.

Emiliano Guzñay, un transportista que trabaja en el puente internacional, señala que “el contrabando es tal que a veces cuando necesitamos cargar combustible, no podemos hacerlo por la escasez que genera la venta de este que es llevado a Perú”.

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Y es que una lata de combustible (5 galones) es comprada en las gasolineras de Macará a un precio no mayor a los $ 6,50 y esa misma lata es vendida en el Perú a $ 14,50. De igual manera el cilindro de gas de 15 kilos, que se lo compra en Ecuador a $ 2, se lo comercializa a $ 8 y $ 10.

Actividades
Las actividades comerciales en el puente internacional de Macará si bien no son extremadamente fluidas, las controlan la Policía Nacional y la Corporación Aduanera Ecuatoriana (CAE).

“Hemos tratado muchas veces de decomisar recipientes vacíos en donde se traslada el combustible, pero nos han tratado de agredir, por lo que el Ejército se ha hecho cargo de este control”, afirmó Fausto Silva, gerente de la CAE.

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Las autoridades militares aseguran que los controles se los hace de manera sorpresiva. Sin embargo, estas acciones no atemorizan a quienes trasladan los productos, pues es evidente esta práctica ilegal.