“Yo soy un ciudadano ecuatoriano que puede andar libremente en el país”, reiteró ayer el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Castro, quien por la mañana recorrió los juzgados penales de la Corte Superior de Guayaquil.

El ex funcionario evitó responder cuál fue el motivo por el que había acudido hasta el sitio, pero afirmó que no tiene previsto abandonar el país. “La ministra fiscal (Cecilia Armas) solo tiene la facultad para pedir prisión cautelar de 6 horas.
Esta venció el 20 de abril.  Ella todavía no ha levantado la orden en mi contra, lo que quiere decir que está actuando inconstitucionalmente”, agregó.

En una entrevista con Radio City, Castro negó que haya intentado salir del país el pasado 26 de abril, cuando fue detenido en Huaquillas, en la frontera con Perú, y luego trasladado a Santa Rosa,  donde el alcalde roldosista Clemente Bravo le concedió un hábeas corpus.

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Afirmó que para perjudicarlo, la Policía inventó que intentó cohechar a un oficial de Migración para que le facilite una tarjeta andina que le permita circular sin problemas en Sudamérica. Añadió que mientras estuvo detenido recibió llamadas de respaldo de su coideario Abdalá Bucaram y de un allegado al líder socialcristiano León Febres-Cordero.

Castro anunció que está escribiendo un libro donde hará grandes revelaciones de su paso por la CSJ.