Guillermo Coppola, ex representante de Diego Maradona, reconoció hoy que se equivocó "en algunas liquidaciones" que realizó en negocios vinculados con el ex futbolista argentino y por los que fue demandado judicialmente.
 
"Reconozco que a lo mejor me equivoqué en algunas liquidaciones, pero quiero que sea un juez quien lo diga", admitió Coppola en declaraciones a la emisora de radio FM La Metro, de Buenos Aires.
 
"Sin embargo, antes de trabajar con Maradona, en 1984, nadie me reprochó nada, pero ahora él salió a cuestionarme y en realidad fue el único", se defendió.
 
El empresario recordó también algunos de sus intentos por "sacar de la droga" al ex capitán de la selección argentina, así como el "magnetismo" que generaba su presencia en todo el mundo.
 
"El Papa Juan Pablo II le concedió una audiencia en 72 horas, cuando para el resto de las personalidades del planeta tardaba más de un mes. Y hasta Ferrari le pintó un auto de negro a Diego, cuando el color rojo era exclusivo", puntualizó.
 
Pese a confesar que está muy preocupado por sus diferencias con Maradona y "rodeado como de 30 abogados", Coppola dijo que con el astro futbolístico pasó los "mejores momentos" de su vida.
 
"Eso también debo reconocerlo", concluyó.
 
Hace unas semanas, Coppola había señalado que se someterá a juicio porque dijo sentirse "cansado" de recibir "tantas injurias" en el reclamo de una deuda por parte de "Pelusa".
 
Maradona reclama a su ex amigo una suma cercana a los dos millones de dólares, producto del partido homenaje que se le realizó en 2001 y de otros negocios conjuntos, y las partes no han llegado a un acuerdo en la docena de audiencias convocadas por la Justicia.
 
Desde que se distanció de Coppola, el ex jugador asegura que su ex representante le ha "robado la plata" de sus hijas.
 
Coppola representó a Maradona desde 1985 hasta 1990 y posteriormente ambos retomaron su relación laboral en 1996 y la prolongaron hasta 2003.