El nivel de deforestación de la selva amazónica en el 2004 fue casi la peor que se haya registrado, según cifras que publicó el miércoles el gobierno brasileño.
 
Fotografías tomadas desde un satélite e información indicaban que los hacendados, los agricultores de soya y madereros quemaron y cortaron grandes extensiones, un récord de 26.130 kilómetros cuadrados de bosques tropicales en 12 meses hasta el mes de agosto del 2004, dijo el ministerio del Ambiente de Brasil.
 
La destrucción fue casi un 6% mayor que en el mismo período un año antes, cuando fueron destruidos 24.600 kilómetros cuadrados.
 
Los ambientalistas quedaron sorprendidos con las nuevas cifras, que fueron anunciadas un año después que el gobierno brasileño anunció un paquete de medidas de 140 millones de dólares para reducir la destrucción.
 
Se trata de una tragedia, una demostración de que se necesita hacer más por parte del gobierno, dijo Paulo Adario, jefe del programa de Greenpeace para el Amazona.   Claramente, evitar la deforestación del Amazonas no constituye una prioridad del gobierno por ahora.
 
Intensificaremos nuestras acciones para combatir la deforestación ilegal en las áreas más críticas, dijo la ministra del ambiente, Marina Silva, en una declaración.
 
La selva amazónica cubre un 60% del territorio de Brasil.