El heroico pueblo de Quito fue el gestor de poner fin a un gobierno incapaz, corrupto, sin principios.

Irónicamente producto de la inmadurez política de muchos ecuatorianos, se utilizó como muletilla una frase de tantas mal dichas, del ex presidente. Los invito a reflexionar sobre el significado de esa expresión, y en honor a este pueblo que es todo lo contrario, desechar este calificativo que en lugar de enorgullecernos nos denigra en el contexto mundial. Si queremos ponernos un membrete, mejor, el de soy ecuatoriano.

Fue oportuna, valiente, la voz de rechazo hacia todos los políticos para terminar con el caos. Considero prudente bajar las tensiones, dedicarnos a ser mejores ecuatorianos, y como dice el actual Presidente, que sirva ese gesto histórico, para refundar la república; será la única manera de salir de la crisis, pensando en mejores días para la nación.

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Démosle la oportunidad al Presidente de tomar las mejores decisiones, ¡por favor, sin presiones políticas!, de lo contrario, será un fracaso más -y pienso que puede ser el último- para llevar a la desintegración a la nación. Apelo a los medios de comunicación a  despertar en la conciencia de la comunidad, que el problema es de todos y que solamente despojándonos de intereses mezquinos, lograremos el objetivo final: salvar al Ecuador.

Colón Quiroz Ferruzola
Guayaquil