El gobierno de Colombia recordó este martes a Ecuador que un estudio de la Organización de Estados Americanos (OEA) dictaminó que la aspersión de cultivos ilícitos con el herbicida glifosato no afecta la salud humana, ante el pedido  de Quito para que se suspenda la aspersión en la frontera común. 
 
"Hay una investigación de la OEA que demuestra que el glifosato no le hace daño a la salud. La OEA demostró que el daño de la fumigación con glifosato sobre los cultivos es absolutamente mínimo, y -hasta el momento- cero en la salud humana", dijo el vicepresidente colombiano Francisco Santos. 
 
El nuevo gobierno de Ecuador insistió la víspera a Colombia para que restrinja la fumigación de narcocultivos en una franja de diez kilómetros de la  frontera ante el temor de efectos secundarios. 
 
Tanto el nuevo canciller ecuatoriano, Antonio Parra Gil, como el ministro de  Gobierno, Mauricio Gándara, solicitaron a Bogotá la suspensión de las aspersiones con el herbicida glifosato, hasta tanto se determine su impacto sobre el ecosistema y la población. 
 
Si bien Bogotá descartó efectos secundarios, apoyado en un reciente informe de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad),  adscrita a la OEA, aún persisten las dudas en Ecuador. 
 
Según el Canciller, "aún no hay una conclusión científica" en torno a las  consecuencias de las fumigaciones, aunque añadió que es probable que estas solo se hagan visibles después de 15 ó 20 años. 
 
Bajo el gobierno del derrocado presidente Lucio Gutiérrez, Ecuador acordó con Colombia que el tema fuera investigado por una comisión técnica bilateral, en tanto siguieron las fumigaciones en el marco del Plan Colombia contra el  narcotráfico y los grupos rebeldes.