Un comentario del presidente mexicano, Vicente Fox, sobre el trabajo de los inmigrantes en Estados Unidos, levantó acusaciones de racismo y puso nuevos obstáculos a un ansiado pacto migratorio que ha buscado el mandatario durante casi cinco años.

Fox criticó el viernes recientes medidas sobre los inmigrantes en Estados Unidos y dijo que los trabajadores mexicanos indocumentados en ese país “están haciendo trabajos que ni siquiera los negros quieren hacer”.

“De ninguna manera se debe interpretar como una expresión racista”, señaló ayer el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, mientras Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, afirmó que las recientes declaraciones de Fox “son  insensibles e inapropiadas”, y que el gobierno de George W. Bush espera que las aclare.

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México, aliado clave de EE.UU. en cuanto a seguridad fronteriza, expresó su molestia por la aprobación en el Senado estadounidense de medidas más estrictas para obtener una licencia de conducir por los inmigrantes ilegales, lo que facilitaría su deportación.

Una caricatura  del periódico mexicano La Crónica de Hoy mostró a Fox nervioso y sudando frente a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, quien lee en un diario la declaración.

Fox, criticado por ser sumiso a EE.UU., solo atina a decir en la caricatura: “Fue sin querer, queriendo”, en alusión a una frase de El Chavo del Ocho,  el popular personaje del actor mexicano Roberto Gómez Bolaños. 

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