El colectivo de inmigrantes ecuatorianos se ha convertido en el más importante dentro de la Seguridad Social española, tras finalizar el proceso de regularización extraordinaria realizado en España entre el 7 de febrero y 7 de mayo del 2005.

Tradicionalmente relegados a la segunda posición por los marroquíes, el número de ecuatorianos que aporta a la Seguridad Social superará al de extranjeros procedentes de Marruecos una vez que se resuelvan los expedientes presentados durante la regularización.

Según las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo, 156.353 ecuatorianos cotizaban a la Seguridad Social en  marzo, a los que tendrán que sumarse los 139.714 que se acogieron al proceso extraordinario, con lo cual, en julio, ya habrá 296.067 compatriotas en alta laboral.

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Mientras que para julio, unos 268.251 marroquíes serán parte del sistema, debido a los 182.282 que figuran en la estadística de marzo y a los 85.969 que presentaron su expediente en el proceso.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, advirtió que vigilará que las empresas que presentaron expedientes  concluyan con el trámite de afiliación de extranjeros, porque de lo contrario se denunciarán a sí mismas.

El diario El País realizó un estudio que revela que tras el periodo de regularización España ingresará un mínimo de 118 millones de euros (más de 154 millones de dólares) por mes gracias a los aportes realizados por todos los inmigrantes en alta laboral.

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Según un informe de la Seguridad Social, al momento existen 117.093 ecuatorianos cotizando en el régimen general. Mientras que 20.899 laboran como empleados de hogar, 15.592 en el campo, 26 en la pesca y 1 en minas de carbón. Otros 2.752 constan como autónomos (que tienen su propia empresa).

Distribución
La mayor cantidad de ecuatorianos que aportan a la Seguridad Social están en Madrid (55.457), Cataluña (25.361), Murcia (20.518) y la Comunidad Valenciana (16.140), principalmente.

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En Galicia, cuya principal fuente de ingresos es la pesca y el textil, no hay ningún ecuatoriano afiliado al sistema. Una situación parecida se registra en las dos ciudades españolas en territorio africano: en Ceuta viven y trabajan 5 connacionales; en Melilla, no hay registrados.