Robinho, la mayor revelación del fútbol brasileño en los últimos tres años y objetivo que más codician los principales clubes europeos, no ha salido del país y el Santos ya tiene prácticamente su sucesor: mide 153 centímetros, pesa 38 kilos y tiene 13 años.

Lo llaman O novo Robinho (El nuevo Robinho), por su fantástico parecido físico con el astro santista, pese a que su nombre es Neymar da Silva Santos Júnior.

No tiene la misma velocidad del dueño de la camisa número siete del Santos, pero es letal al finalizar las jugadas de gol y derrocha una técnica de alta pureza, según varios entrenadores.

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El chico, nacido en el municipio paulista de Mogi das Cruzes, tiene efecto y potencia al rematar con la pierna derecha y la izquierda, mucho gas para retroceder y ayudar en la marca, toca de primera intención y con mucha precisión y, pese a no ser demasiado alto para su edad, parece tener resortes para ganar en el salto a los más espigados.

Es tal la fe del club que la temporada pasada creó la categoría Sub 12 solo para abrigar a Neymar y tenerlo en actividad futbolística.