El gran ayatolá Alí Sistani, el más influyente de los jefes religiosos chiítas en Iraq, lanzó un llamado a la "fraternidad" entre chiítas y sunitas, declaró el primer ministro Ibrahim al-Jaafari después de haberse reunido este lunes con él.
"Sayyed Sistani insistió en la fraternidad entre chiítas y sunitas y la necesidad de que participen nuestro hermanos sunitas en la redacción de la Constitución", declaró Jaafari a la prensa en la ciudad santa chiíta de Nayaf, situada a 160 km al sur de Bagdad.
Esta declaración del gran ayatolá se produce en un momento que Iraq es escenario de fuertes tensiones entre las dos comunidades, especialmente después del descubrimiento de 46 cuerpos de hombres asesinados a balazos, decapitados o estrangulados.
Algunos de los cuerpos descubiertos en los barrios de mayoría chiíta en Bagdad eran de sunitas.