Oswaldo Gallo, líder del grupo Cero Corrupción, organización que respaldaba al gobierno de Lucio Gutiérrez y al entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Castro, aseguró, desde la clandestinidad, que se encuentra en el país y que su grupo sigue vigente.

“Cero Corrupción tiene que seguir hoy, mañana y pasado, más aún cuando se ha entregado el país al Partido Social Cristiano y a la Izquierda Democrática”, dijo. Explicó que su grupo no es de garroteros, sino que es una organización de Derechos Humanos, legítimamente constituida a través del Ministerio de Bienestar Social.
Sobre su forma de financiamiento, comentó que cada miembro colaboraba con 1 dólar cada vez que se reunían. De acuerdo con sus cálculos, existen 400 miembros en Quito y 600 en el país.

Aseguró que en los próximos días dará una rueda de prensa para criticar lo que ha pasado con los diputados y el actual presidente de la República, Alfredo Palacio. “Para nosotros deben irse toditos por corruptos”, dijo y aclaró  que no es parte de los autodenominados forajidos, a quienes calificó de “malcriados y rateros, sobre todo los que ahora están en el Gobierno”.

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Sobre Gallo pesa una orden de prisión emitida por el fiscal Henry Estrada, por intento de asesinato al presidente de los trabajadores judiciales, Luis Muñoz. Pese a ello, una hermana de Gallo afirmó que él continúa despachando  casos,  ya que es abogado.

Según Gallo, la actuación del fiscal en su caso no ha estado apegada a derecho, pues se le ha puesto orden de prisión  solo  con base en versiones. Afirmó que Muñoz es “un malcriado que deberá devolverme la dignidad”. Dijo que Muñoz fue a parar al hospital por un problema de próstata y no por una herida.

Mientras, Muñoz deberá testificar mañana en la Fiscalía. El dirigente acusó a Gallo de ser el autor intelectual de una agresión que sufrió el 22 de marzo en las inmediaciones del Congreso Nacional, a manos de miembros del grupo Cero Corrupción.