La cinta del director austriaco compite desde ayer en el certamen, que se inició el pasado 11 de mayo.

Elogiado anteriormente por la crítica con películas como Funny games y La pianista, ambas presentadas e incluso esta última premiada aquí en Cannes, Michael Haneke regresa a sus inquietantes y perturbadoras visiones sobre el ser humano con Hidden, vista ayer en concurso. “Me gusta provocar sensación de incomodidad y angustia en el espectador. Creo que eso le motiva a pensar y explorar parte de su psique que la vida cotidiana evita. Además, de ese modo intento que la gente aprenda por sí misma a explorar sus conciencias. No pretendo enseñar nada a nadie. Todo lo que hago es diseñar en mis historias diversas posibilidades de reflexión y que cada uno saque sus conclusiones”, admitió.

Sin embargo, poco conmociona o provoca meditación con este despliegue de planos fijos por los que desfilan personajes atormentados y ensimismados, que nos conducen a un final ambiguo. “Nunca juzgo a mis personajes, si ellos son perversos y enfermos o no. Y les agradecería que no anticipen a nadie el desenlace de esta historia, pues se desvanecería la tensión que crea el suspenso y se perdería todo interés en ella”, advirtió.

Publicidad

De cualquier modo, agregó, me gustan los finales abiertos para que ustedes encuentren su propia solución. No voy a darles las instrucciones de mis películas, sería contraproducente. Si quieren encontrarla pesimista u optimista, es cosa suya.

La trama se centra en George, un reconocido presentador de televisión que comienza a recibir videos de él y su familia –filmados secretamente desde la calle– acompañados por alarmantes dibujos con trasfondo sombrío y macabro.
Gradualmente los videos se vuelven más personales, dejando traslucir que el misterioso remitente conoce bien a George, quien percibe la situación como una seria amenaza. La policía se rehúsa a intervenir o tomar parte.

Rodado sin iluminación, por tanto oscuro no solo en su trama sino también en su fotografía, el filme de Haneke, realizador austriaco afincado en Francia, que repite con Juliette Binoche (con ella hizo Code Inconnu, en el 2000), no ha entusiasmado mucho.

Publicidad

En él está latente la responsabilidad política e histórica que tuvo Francia con Argelia. Pero Haneke asegura que se decepcionaría si la película se analizara solo en clave francesa, pues “todos los países tienen muchas cosas y fantasmas de que avergonzarse sobre su pasado. Incluyo a Austria, de donde provengo, con respecto a la segunda guerra mundial. Y a pesar de que existen estos elementos dentro de la trama, quiero aclararles que no se trata de una cinta política, sino de un filme personal sobre la culpabilidad humana”.

Este director, canoso y de abundante barba curtida en varias hazañas artísticas, tomó con tranquilidad y hasta satisfacción la sensación de malestar que a algunos generó su filme e, incluso, ironizó sobre sí mismo al recordar un comentario sarcástico que circula entre sus actores: “Muchos dicen que prefieren trabajar en una película de Michael Haneke, que ver una película de Michael Haneke”.

Publicidad

Lo confirmó con su gran sonrisa una espléndida Juliette Binoche, que aportó su glamour y buen oficio a una difícil interpretación. Vestida de negro, con escote y tela brillante, la actriz, una de las más carismáticas del cine francés, llegó a La Croisette para apoyar a Haneke en su encuentro con la prensa.
Aquí esgrimió su discurso conciliador para hablar sobre su experiencia en la película: “Me sentí hasta paranoica porque Michael jamás me explicó nada sobre mi personaje. Parecía no estar ni siquiera interesado en ello. Pero la verdad es que al final se lo agradecí, pues fue muy preciso en su trabajo y me otorgó toda la libertad que necesitaba”, dijo la actriz.

“Los actores somos simplemente una especie de instrumento para que Michael cuente sus historias”, intervino el actor francés Daniel Auteuil, coprotagonista en Hidden. “Solo me indicaba, hazlo más rápido o más lento, más corto o más prolongado, más fuerte o más sutil. No me puedo quejar. Me sentí muy a gusto con él y con Juliette”.