El prefecto de Roma (gobernador), Achille Serra, propuso la creación de un “barrio rojo” en la ciudad, tipo al de Amsterdam o Hamburgo, para controlar la prostitución, al considerar que el fenómeno está fuera de control y en fuerte crecimiento.

El Gobernador agregó que la gente protesta contra las escenas de cuerpos exhibidos sin pudor por las esquinas.