La Iglesia Greco-Ortodoxa ha anunciado hoy la destitución de su portavoz, el monje Atala Hanna, quien atacó duramente a su Patriarca, Irineos I, al que se atribuye la venta de propiedades eclesiásticas a israelíes.
 
Hanna, según fuentes de esa Iglesia, fue uno de los promotores de una intensa campaña, con la participación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), contra Irineos, que niega haber participado en esa transacción, y que fue depuesto por el Sínodo.
 
Emisarios del Sínodo trataron de conseguir el imprescindible visto bueno de Israel para concretar su destitución pero el Gobierno del primer ministro israelí, Ariel Sharón, les aclaró que no lo dará si ello se debe al hecho de que vendió bienes eclesiásticos a israelíes.
 
A pesar de la decisión de los dieciocho obispos del Sínodo, Irineos no la acató con el argumento de que no autorizó la venta a inversionistas israelíes de los hoteles Imperial y Petra, situados en la ciudad antigua de Jerusalén, y de diez locales de comercio.
 
El Patriarca, duramente atacado por el Gobierno del presidente palestino, Mahmud Abás -que ve en la vieja Jerusalén la capital de un futuro estado palestino-, y también por Jordania, donde ejerce su ministerio, sostiene que su nombramiento es "de por vida".
 
El diario israelí Haaretz informa hoy de que colonos judíos que lograron en el pasado instalarse en terrenos y casas adquiridos dentro de la ciudad antigua de Jerusalén estarían detrás de aquella operación por 10 millones de dólares, de los cuales fueron abonados en concepto de seña un millón y medio.
 
La prensa israelí informó de que la compra de la tenencia por 198 años a la Iglesia Greco-Ortodoxa fue hecha por representantes de una empresa con sede en las Bahamas, y que por la Iglesia concretó la operación el asesor financiero, el monje Nikolás Papadimus.
 
Papadimos abandonó el país después de la transacción y se desconoce su paradero. El Patriarca Irineos I, repudiado por muchos feligreses greco-ortodoxos de la comunidad palestina, y por otras iglesias cristianas, calificó esa operación como "una estafa".
 
De momento, la identidad de los compradores se mantiene en secreto, pero el diario Haaretz revela hoy que la figura central sería Matitiahu Dan, activista de la organización Ateret Cohanim, que en los últimos años está dedicada a la compra de predios y edificios en los barrios cristiano y musulmán de Jerusalén.
 
La ANP acusa a Israel de pretender "judaizar" al sector palestino de la Ciudad Santa, dentro de cuyas murallas residen buena parte de los 230.000 palestinos -musulmanes y cristianos-, un tercio de todos los habitantes de la ciudad a la que los israelíes consideran su "capital eterna e indivisible" por una ley parlamentaria de 1980.
 
La organización religiosa y ultranacionalista Ateret Cohanim opera para sus transacciones con fondos que obtiene de donantes pero los principales ingresos -afirma el Haaretz- los obtiene del Gobierno israelí y el tesoro público.
 
Con estos últimos ingresos, provistos hace años por el entonces ministro de Viviendas, David Levy, adquirió esa institución el hostal de San Juan, también situado dentro de la ciudad antigua.
 
La Iglesia Greco-Ortodoxa cuenta con ingentes propiedades y el control de los principales santuarios cristianos de Tierra Santa -la Basílica de la Natividad en Belén y el Santo Sepulcro en Jerusalén-, y entre ellas el 22 por ciento de la ciudad amurallada.