Presuntos miembros del grupo separatista vasco ETA detonaron el domingo cuatro bombas pequeñas en la región, un día después que el gobierno dijo que busca apoyo para una propuesta de negociar con la organización si esta renuncia a la violencia, expresaron las autoridades. 
 
Dos policías y un guardia de seguridad fueron atendidos en un hospital después de inhalar gases tóxicos en una planta química donde ocurrió una de las detonaciones en sitios industriales, antes del amanecer. 
 
"Posteriormente pudieron abandonar el centro médico", dijo la policía regional vasca en un comunicado. 
 
Las explosiones tuvieron lugar un día después que el partido gobernante socialista manifestó que busca el apoyo de otras agrupaciones políticas para un proyecto legislativo que avala el comienzo de las negociaciones con la ETA si renuncia a su campaña de violencia. 
 
Las negociaciones, sin embargo, descartarían cualquier tipo de concesión que favorezca el objetivo de la independencia vasca que persigue la ETA. Los legisladores votarán la propuesta el martes. 
 
Si se confirma la participación de la ETA en las detonaciones del domingo, podría ser una situación embarazosa para el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. 
 
El gobierno regional vasco señaló que toda la información y la composición de los explosivos apuntan a la ETA como responsable. Condenó los ataques, manifestando que el grupo subversivo prefiere vivir permanentemente en el pasado y no renunciar a la violencia, las amenazas y chantajes. 
 
El ministro del interior español José Antonio Alonso, también condenó las detonaciones y expresó que las fuerzas de seguridad continuarán trabajando para que ETA desaparezca definitivamente. 
 
Las lesiones sucedieron en Bergara, donde la bomba estalló en una planta química cuyos productos incluyen un poderoso ácido de uso industrial, indicó una funcionaria del ministerio del Interior en San Sebastián. "Una cantidad no determinada del ácido se filtró a un río", informó. 
 
De acuerdo a la Policía, los cuatro explosivos detonaron en el período de una hora a partir de las 03h00 de la madrugada. Apuntaron a dos plantas químicas, una fábrica de pinturas y una instalación metalúrgica. 
 
ETA ha realizado una serie de ataques pequeños durante el último año, pero no ha matado a nadie desde mayo del 2003, cuando una bomba colocada debajo de un vehículo policial mató a dos agentes de seguridad en la población de Sanguesa, en la región de Navarra, que limita con el País Vasco. 
 
El grupo separatista ha sido responsabilizado de más de 800 muertes desde que comenzó con su campaña independentista, a finales de los años 60.