Reinan el suspenso y la violencia

“Sexo, drogas y rock and  roll” fue el lema al que hicieron honor ayer, cada uno en su estilo, dos pilares del cine independiente, asiduos de Cannes: Atom Egoyan y Gus van Sant. De origen armenio, pero radicado en Canadá, Egoyan  profundizó por primera vez en cuestiones del imaginario popular en su nuevo thriller Where the truth lies, con guión adaptado de la novela homónima de Rupert Holmes.

A su vez, el norteamericano Van Sant, definido por la crítica como el poeta de los inadaptados, trajo al certamen Last days, una visión no narrativa, minimalista, de los últimos días de vida del famoso rockero Kurt Cobain.

Con una fastuosa puesta en escena, la primera película tiene como ingredientes a un par de superestrellas del Hollywood del cincuenta con conexiones mafiosas, la muerte sin resolver de una joven y una periodista decidida a desenmarañar el misterio quince años más tarde.

El filme busca explorar de este modo el poder y el peso de la fama con Colin Firth, Kevin Bacon y Alison Lohman al frente del reparto. Los dos populares actores encarnan a dos leyendas de Hollywood que en aquel entonces cautivaron al público con números cómicos y musicales.

“Vivimos a toda máquina, tentados por las drogas, las mujeres y todos los vicios con que el diablo envuelve a los famosos”, explicó el británico Firth, de 44 años.

“Trata de Hollywood, de sus estrellas y sus mitos. Del contraste entre las vidas privadas y públicas y de cómo las celebridades ocultan ciertos aspectos de su personalidad detrás de la máscara pública.  El tono puede resultar distinto a mis otras películas pero roza temáticas que siempre me han fascinado”, afirmó
Egoyan.

El realizador confió en la generosidad de la pareja protagonista para explotar, de construir e incluso criticar la percepción que el público tiene de ambos. Vio a Firth como un “ser civilizado, con una enorme proyección de su carácter”, en contraste con la fama de Bacon como tipo “rebelde, impulsivo, imprevisible”.

“¿Qué hay en sus personas que impulsa estas reacciones?”, preguntó la prensa. “Nuestro espectáculo es cómico y musical, pero esta película no es una comedia, es un filme de suspense con toques de violencia, sexo y decadencia”, resaltó Firth.

Nada de show
De talante opuesto, Gus van Sant (Good Hill Hunting y Finding Forester), quien hace un par de años logró la Palma de Oro por Elephant, aseguró ante la prensa que con su cine no pretende “ni analizar ni  buscar respuestas sobre los acontecimientos que narra en sus películas, sino hacer aún mayor el interrogante”.

A través de una serie de largos planos interminables y, prácticamente, un único protagonista (Michael Pitt), Van Sant entra en los laberintos infernales de la existencia de Kurt Cobain, en los últimos días de vida del músico antes de su suicidio, en misteriosas circunstancias, en 1994.

Un guión raquítico y las continuas improvisaciones de diálogos y actuaciones permitieron al cineasta rodar la “historia” (si así se puede llamar) en cuatro semanas, en Garrison y Cold Spring, Nueva York. La luz y la fotografía introducen al espectador en el aire etéreo de unos ambientes desoladores que enfatizan el sufrimiento de Cobain, rebautizado en esta ficción como Blake.

NOTAS

Fuera de concurso
Cannes no solo es en estos días el escenario ideal para la promoción de los filmes de la programación oficial, sino también para presentar a la prensa internacional (más de 4.000 acreditados) grandes producciones inéditas.

Animación
Es el caso de Wallace y Gromit, la nueva película de animación stop-motion (filmación cuadro por cuadro de muñecos de arcilla y plastilina) que reúne a DreamWorks con la célebre productora británica Aardman, es decir, la sociedad creativa de la genial Pollitos en fuga.

Tridimensional
Ambas empresas anunciaron que Flushed Away, filme sobre las desventuras de un ratoncito, marcará el debut de la sociedad en el campo de la animación tridimensional por computadora. Hugh Jackman, Kate Winslet y Ian McKellen interpretarán a los principales personajes animados de la nueva producción.