El gobierno del presidente Carlos Mesa suspendió ayer el crucial encuentro “por la Unidad de Bolivia”, que había convocado para el próximo lunes en la ciudad de Sucre, tras el rechazo de los poderes  Legislativo y Judicial.

Luego de rechazar la nueva ley de hidrocarburos que le remitiera el Congreso, Mesa llamó el martes último a casi un centenar de representantes de organizaciones sociales, políticas y económicas a un encuentro de unidad  nacional para analizar los puntos medulares del conflicto social y político boliviano.

Mesa intentaba en Sucre (740 km al sur de La Paz) alcanzar consensos o acuerdos sobre la ley de hidrocarburos, la elección de prefectos y el referendo sobre regionales autonómicas del poder central de La  Paz, y una asamblea constituyente.

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Por el contrario, el derechista partido Acción Democrática Nacionalista (ADN), del ex mandatario Jorge Quiroga (2001-2002) pidió ayer el recorte del mandato constitucional de Mesa y adelantar la elección presidencial de agosto del 2007.

Además, el partido del ex mandatario socialdemócrata  Jaime Paz (1989-93) urgió a Mesa a rescatar de la ley de hidrocarburos que el mandatario vetó, el punto que establece que el 50% de las ganancias del negocio petrolero, en manos privadas, quedarán para el país.

Ayer el desconocido Frente Nacional Anticorrupción  reivindicó un atentado con dinamita contra la sede de la filial de la petrolera brasileña Petrobras, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que no cobró víctimas.

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Indígenas, campesinos y sindicalistas han anunciado para el próximo 16 de mayo movilizaciones y marchas para exigir la nacionalización de los hidrocarburos.

Veinte empresas multinacionales controlan la riqueza gasera boliviana estimada en 50 trillones de pies cúbicos, la segunda mayor de Sudamérica luego de Venezuela.