La pieza cuenta con la participación de la actriz Marina Salvarezza, quien interpreta a La Gringa. Se desarrolla en un prostíbulo de un pueblo remoto, en el que una prostituta retirada, anciana y ciega, tiene como último deseo volver a ver al gran amor de su vida.
La obra de teatro Venecia, del dramaturgo argentino Jorge Accame, se estrena hoy, a las 21h00, en el MAAC Cine (Malecón 2000), dirigida por Bernardo Menéndez y producida por Pablo Cueva.
Venecia no es una farsa, tampoco una comedia. Es un drama cómico, en el que un grupo de personajes marginales con gran sentido de la solidaridad, inventan una manera divertida y fantasiosa de satisfacer los sueños de una madama anciana y ciega llamada La Gringa. Con intenso contenido poético tiene una invitación a la imaginación.
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Cuenta con la participación de la actriz Marina Salvarezza, quien interpreta a La Gringa. El elenco se completa con Elena Gui, Érika Vélez (en su debut teatral), María Fernanda Pazmiño, que se intercalará en el personaje de Graciela con Érika, y Vanessa Ortiz, en los papeles de las prostitutas. Roberto Manrique interpreta al asiduo cliente y fiel amigo de todas.
La idea de hacer Venecia fue de Mirta Romay, la directora ejecutiva de la obra, quien realizó el programa Aprendamos, la campaña de educación a distancia del Municipio de Guayaquil, y en agradecimiento a la acogida que tuvo, quiso brindar al público esta pieza teatral que rescata valores como la comprensión y la solidaridad.
Ella contactó a Cueva para que se encargara de producirla y este puso en marcha el proyecto. Lo primero que hizo fue buscar un director. Escogió a Bernardo Menéndez. Luego seleccionó el elenco.
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“Han sido ensayos complicados por la dificultad de juntarse debido a los compromisos de los actores, pero hemos logrado realizar la obra. Me siento bien. Todos vamos caminando por el mismo rumbo. Ha habido mucho respeto y libertad. Los actores se han dejado dirigir y han estado supercreativos todos”, refiere Menéndez.
A seis idiomas
Venecia ha sido traducida a seis idiomas y representada por distintos elencos en Chile, México, Canadá, Gran Bretaña, Estados Unidos, Perú, Argentina y hasta Eslovenia. En Ecuador se estrena primero en Guayaquil y luego pasará por Cuenca, para finalizar en Quito. Es una obra que se readapta a cada lugar que la recibe, a cada pueblo, y emociona a sus espectadores porque utiliza el lenguaje de cada lugar.
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Se desarrolla en un prostíbulo de un pueblo remoto, en el que una prostituta retirada, anciana y ciega, tiene como último deseo volver a ver a su gran amor. Los relatos de la vieja conmueven los sentimientos de las mujeres que trabajan para ella y deciden ayudarla a cumplir el sueño.
Pero su amor está en Venecia, un lugar tan lejano como costoso para ellas. Así es como comienza la odisea para cumplir el sueño de la madama, y también una colorida, divertida y por momentos triste aventura.
Venecia es un sainete que rescata las emociones más nobles del ser humano, en un lugar donde abundan la competencia por el dinero para comer y la falta de educación. Sin embargo, aquellas prostitutas sin valores ni formación, dejan todo de lado para hacer feliz a una persona que quieren, mostrando así lo mejor de cada uno: el amor hacia el otro.
Su autor nació en la ciudad de Buenos Aires, en 1956, pero decidió vivir en Jujuy, una provincia alejada de la capital, al norte, luego de recibirse de profesor de Letras. Allí se unió al Grupo Jujeño de teatro y comenzó a escribir obras dramáticas.
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La idea fue crear una estética que pudiera expresar la obra desde el espacio donde surgía, con los códigos y lenguaje propios del lugar. Utilizar elementos que se pudieran transformar y cambiar, dejando un poco a un lado los tradicionales modelos de Chéjov, Discépolo y Dragún, autores ya consagrados.
Venecia es el resultado de más de diez años de componer y representar obras junto al Grupo Jujeño, donde Accame dice haber aprendido la importancia del humor. Luego de ser estrenada en Jujuy, fue llevada a Buenos Aires, y de allí en más nunca se detuvo.
La obra llega hoy al MAAC, con escenografía de Virgilio Valero, vestuario de Bernardo Menéndez y música de Pablo Encalada. Estará en cartelera de jueves a domingo, a las 20h00. Las entradas cuestan $ 15 y 7,50.