Los problemas que aquejan a las instalaciones de la terminal terrestre no son de ahora sino desde hace dos décadas, expresó ayer Morella Moreno, vocera de la fundación que administra dicho lugar.

Añadió que en vez de resaltar las deficiencias que posee la terminal debe reconocerse la labor que desempeña desde hace tres años la fundación.

“Se debe considerar como positivo los cambios hechos. Entre ellos están la remodelación del estacionamiento de vehículos particulares, los andenes de buses urbanos, la plaza peatonal y la pileta”, dijo la funcionaria.

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Aseguró que para tener una terminal terrestre de excelencia es necesario esperar un tiempo más.

“Los miembros de la fundación, como todos los ciudadanos, deseamos contar con un lugar del cual nos enorgullezcamos, pero para lograr eso hay que adaptarse al proceso de transformación que estamos ejecutando”.

Moreno aseveró que mañana habrá una reunión en la que se dará a conocer el cronograma de labores de la construcción de la terminal terrestre provisional y la definitiva.

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La terminal provisional se habilitará por dos años en un terreno junto a donde se encuentra la actual y los espacios que se remodelaron no se reubicarán ni se cerrarán.