Cuarenta y siete días después de decretada la emergencia en Guayas, la epidemia de dengue se sigue enfrentando sin recursos.

El ministro de Salud, Wellington Sandoval, ofreció durante su visita a Guayaquil –el pasado miércoles– la asignación de cuatro millones de dólares para la provincia. Pero ha transcurrido una semana y los fondos todavía no llegan.

El subsecretario regional de Salud, Federico Cedeño, aseguró que para ayer estaba prevista la transferencia del primer millón de dólares y su distribución entre los hospitales, según le informó Sandoval por teléfono desde Quito.

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Sin embargo, esta no se concretaba hasta las 12h30.

Cedeño aseveró que en cuanto se transfieran los fondos se comprarán más medicinas y un banco de transformadores para el hospital de Infectología.

Esto antes de la compra de una planta de energía eléctrica que se ofreció para este hospital y cuya entrega tampoco se concreta.

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Infectología también solicitará un aumento en su presupuesto mensual, porque la demanda de pacientes significó más gastos en alimentación, agua y luz.

Además, pedirá a la Dirección de Salud una extensión de seis meses de los contratos del personal requerido para la emergencia.

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En esa casa asistencial, dice su director, John Cuenca, el promedio de ingreso diario por dengue hemorrágico (DH) empezó a descender. Ayer cuatro personas, provenientes de áreas de riesgo (Flor de Bastión, 42 y la Q, Coop. Nueve de Octubre, Noguchi y Cuenca), fueron hospitalizadas a causa de la sospecha de la enfermedad.

La cifra difiere con la de la semana pasada, cuando se registraba un ingreso de siete pacientes por día.

La situación también se evidencia en el Hospital del Niño. Patricia Parrales, médica del área de emergencia, indica que esta semana los ingresos pasaron de ocho a dos.

En las salas del hospital hay cinco niños con dengue clásico y tres con posible DH.

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Como parte de las acciones de prevención de dengue, las direcciones de Salud y Educación firman hoy un convenio para capacitar a 10.000 estudiantes de 5º y 6º cursos y convertirlos en promotores de salud.