Javier Corcuera ha realizado  cuatro largometrajes, trabajos para televisión y unos 20 documentales, según sus palabras, en los que siempre se destacan los temas de la desigualdad social y los movimientos libertarios.

En  los Encuentros del Otro Cine se presentan cuatro de sus trabajos más recientes: La espalda del mundo, La guerrilla de la memoria, un capítulo del documental sobre las prioridades de la Unicef titulado En el mundo a cada rato e Invierno en Bagdad, que acaba de ser estrenada en España y que se exhibe  hoy, a las 19h10, en el MAAC Cine.

La espalda del mundo, que recibió el premio de la crítica en el Festival de San Sebastián, es un trabajo magistral tanto en la idea como en la forma de desarrollarlo. “Queríamos contar historias basadas en los artículos de los derechos humanos y nos quedamos con los que consideramos que son los tres básicos: el derecho a ser niño, el derecho a la palabra y el derecho a la vida”, cuenta Corcuera.

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Cada uno de esos derechos se representa en la película de una forma muy poética: en el primero, el hilo de la narración es Guinder Rodríguez, un niño peruano que trabaja junto con su familia como picapedrero en los extramuros de Lima; el segundo cuenta la historia de Mehdi y su esposa Leyla Zana, ambos encarcelados por defender los derechos del pueblo kurdo en Turquía, y el tercero es un  testimonio de Thomas Miller-El, un hombre que lleva 18 años en el Corredor de la Muerte en Texas esperando  que le apliquen la inyección letal por un crimen que no cometió.