Los inextinguibles Rolling Stones, a menos de dos años de culminar su última gira mundial, acaban de anunciar una nueva, que los llevará a partir de agosto por las Américas, luego por Asia y que finalizarán en Europa en agosto de 2006.
Durante una conferencia de prensa organizada este martes en la célebre Julliard School of Music de Nueva York, Mick Jagger desmintió los rumores que sugieren que está sería la última gira de la banda.
"Jamás pensamos en ello. Nos tomamos cada gira como viene", afirmó, con una camiseta negra y pantalón marrón.
En la oportunidad Jagger confirmó que la banda estará en Argentina, México, Río de Janeiro y por primera vez en Puerto Rico. Con respecto a los fans argentinos, el líder de la banda calificó a los mismos de "masculinos" y "ruidosos".
Los conciertos, previstos a la vez para grandes estadios y salas más modestas, incluirán canciones viejas pero también algunas inéditas de un álbum a editarse próximamente, que se encuentra terminado en un "85 por ciento", según aseguró Mick Jagger.
Una de las principales innovaciones será, según el grupo, la arquitectura inédita sobre el escenario que dará lugar a unos 400 espectadores.
"No les voy a decir en qué lugar estarán exactamente ubicados", pero ellos tendrán "una bella vista de nuestros traseros, lo que hará que trabajemos un poco sobre estas partes", bromeó Mick Jagger.
El álbum, que aun no tiene nombre ni fecha precisa de lanzamiento, estará "lleno de vida y pegará duro", todo inmerso en el "más clásico Rolling Stones", prometió el cantante.
"Hemos pasado buenos momentos durante los preparativos, y estamos francamente optimistas en cuanto a esta gira", agregó.
Previamente, el grupo improvisó un mini concierto para la prensa, algunas personalidades presentes -entre ellos la modelo Linda Evangelista y el diseñador Tommy Hilfiger- y miles de fans y curiosos que invadieron techos y terrazas en torno al Lincoln Center.
Un tema inédito "Oh no, not you again", fue insertado entre los clásicos "Brown Sugar" y la eléctrica "Start me up", canciones que le dieron la oportunidad a Jagger a saltar como nunca y a decir proféticamente "I´ll never stop". ("Nunca me detendré").
A juzgar por los contorneos corporales de su líder y los gestos hacia la muchedumbre, la banda se encuentra muy lejos de haberse tranquilizado. Para ello basta observar cómo se saca la camiseta Jagger, los despeinados cabellos de Ron Wood, o la sonrisa permanente de Keith Richards.
La gira mundial comenzará el 21 de agosto en Boston, como la precedente, luego irá a Canadá, las grandes ciudades de Estados Unidos, América Latina, Japón y el resto de Asia en la primavera, antes de llegar a Europa entre junio y agosto de 2006.
Sólo dos pausas están previstas para los meses de diciembre de 2005 y mayo de 2006, pero no supieron indicar qué artistas están confirmados para las primeras presentaciones.
Los representantes de la gira esperan también que la banda pueda tocar esta vez en China.
Los primeros boletos serán puestos a la venta este sábado, y rápidamente el grupo partirá al Canadá.
El precio por entrada oscilará en promedio los 50 dólares para las pequeñas salas y 110 para los estadios grandes y arenas, según informó la producción.
Consultado sobre los costos y beneficios de la gira, el grupo respondió con una pirueta. "¡Varios millones!" dijo Keith Richards. Consultados sobre las posibles razones fiscales que hacen que repitan conciertos en Canadá y no en Gran Bretaña, ellos prefirieron no responder a esta "pregunta idiota".
En la numerosa muchedumbre que se congregó se pudieron ver tanto fanáticos de la banda como curiosos.
"Todo lo que hacen es a la misma vez, novedoso, original e histórico. Esperamos que mantengan su buena salud", comentó uno de sus fans de una cantidad de años, John Rosenfelder. "Su carisma es único, lo mismo que su arte de escribir y la capacidad de tocar juntos".
"Yo hice mi educación en el rock con ellos, y hoy los músicos que escucho están influenciados por ellos", reveló por su lado Judy Nelson de 23 años.
Su anterior gira mundial "Forty Licks", entre septiembre de 2002 y octubre de 2003, recaudó 300 millones de dólares, convocando 3,4 millones de espectadores en todo el mundo.