El primer día luego del cierre de la regularización laboral en España, coincidió ayer con la celebración del Día de la Madre en el Ecuador.

Los ecuatorianos estuvieron más preocupados en comunicarse con sus familiares, por lo que llenaron los locutorios desde la mañana hasta la noche. Aunque allí todavía se seguía comentando sobre quiénes se habrían quedado fuera del proceso.

Pero detectarlos resulta difícil, pues ahora casi nadie admite que se encuentra irregular. De cerca de cuarenta ecuatorianos consultados en diferentes sitios de Madrid, todos dijeron estar con sus papeles en regla o en trámite, luego de que fueron entregados en las oficinas de la Seguridad Social.

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Los ilegales se hicieron humo. Y no es para menos. El ministro español de Trabajo, Jesús Caldera, confirmó que las inspecciones en las empresas para detectar ilegales, comenzarán de inmediato.

Para Caldera, el proceso de regularización resultó un éxito, opinión que no es compartida por representantes del Partido Popular que calculan en más de un millón los inmigrantes que siguen trabajando al margen de la ley.

Los periódicos españoles dieron ayer importante espacio al fin de la regularización, aunque sigue predominando en las primeras planas la polémica entre el Gobierno y la Iglesia Católica por la aprobación de matrimonios gays.

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Los trámites de regularización terminarán en julio a más tardar.

No se esperan mayores novedades en cuanto al rechazo de las solicitudes, pues hasta ahora el porcentaje de este es de apenas el 2%. Por eso, en la mayoría de ecuatorianos se nota cierta tranquilidad y muchos aprovecharon ayer para salir con sus familias hasta los parques del Retiro y del Lago, sitios predilectos de los compatriotas los fines de semana.

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Muchos desde ahí prefirieron hacer las llamadas al Ecuador por medio de sus teléfonos celulares. “Me da pena por los que no pudieron meter sus papeles”, comentó Manuel Tenesaca tras comunicarse con su madre.

“Pero así nos tocó sufrir a todos. Ahora les toca esperar la próxima vez”, advierte. El problema es que según las autoridades españolas, no habrá otra oportunidad.

El tema de la regularización va quedando atrás. Fueron tres meses de expectativa y de apuros, pero entre los ecuatorianos ya está en segundo plano.

Incluso más preocupación tienen por cierto rebrote de xenofobia en un barrio del sur de Madrid, debido a la muerte de un joven español en manos de un dominicano.

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