Al recordarse hoy el Día Universal de las Madres, me parece justo reflexionar que no solo el segundo domingo de mayo lo debemos dedicar a nuestras madres, esposas, abuelas, tías.., sino que las recordemos, amemos y reconozcamos siempre por todo el sacrificio lleno de amor que nos brindan.

Un saludo de amor para todas aquellas mujeres que son  madres, las que van a hacerlo, y las que sin serlo crían sobrinos, primos, vecinos..., y a todas las religiosas que se ubican igualmente en el camino del amor y bien para sus semejantes y Dios.

Ec. Carlos Emanuel Intriago
Guayaquil