Luis Miguel Campos ha escrito varias obras teatrales. La más exitosa, La Marujita se ha muerto con leucemia. Ahora tiene  otra pieza, que se presenta en el centro Sarao.

Luis Miguel Campos  sostiene  que el arte es premonitorio. Su nueva obra,  El rabo de paja de Anita Zuquillo, habla, entre otras cosas,  de una mujer que quiso ser dictadora y le fue muy mal. La escribió el año pasado y él halla  en esa historia una cercanía  con lo ocurrido recientemente en el Ecuador.

Con la frase “rabo de paja”, simboliza  las mentiras, las ambiciones  y  las debilidades de los seres humanos. El dramaturgo quiteño llama a esta  nueva comedia de su autoría, “juguete bélico”,  puesto que  las relaciones humanas, de pareja, de familia, “las manejamos bien a lo bruto”, según dice. “La actitud que tenemos  es de guerra”, anota. 

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Indica que esta es una pieza dedicada a los corazones rotos del Ecuador. Él quería abordar el tema amoroso, de pareja, y lo toca en medio de una historia que también hurga en  los hilos del poder y la ambición.

 El rabo de paja de Anita Zuquillo tiene como escenario un mercado y las protagonistas son cuatro mujeres: Mabel Cabrera, quien personifica  a Charo; Marcela Campos, que es Nacha; Martha de Salas, que interpreta a Meche: y Paola Durán, que  es Lucha.

Para dar vida a esta pieza tanto el director como las actrices tuvieron que hacer una investigación en el mercado, en ese lugar que todos saben que existe, pero  pocos conocen a profundidad.  Posee dinámica propia, una particular idiosincrasia y ellos  se internaron en ese universo.

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Campos señala que su teatro se caracteriza por fotografiar escenas de la realidad y ponerlas en el escenario. Refiere que su estilo y sus temas son populares porque su vida es así. Le gusta pararse en las esquinas, observar la cotidianidad, subirse en el bus, oír de qué  conversa la gente. Y también lleva al teatro el habla coloquial, las particularidades del lenguaje.

Para Campos es muy importante este punto. Lo del lenguaje y las peculiaridades regionales lo desarrolló, por ejemplo, en La Marujita se ha muerto con leucemia, una exitosa obra de la década del 90, a cuyas actrices hasta hoy se conoce como “las Marujitas” (entre ellas Juana Guarderas y Martha Ormaza).

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Otras de las piezas  del autor, hijo de la escritora Alicia Yánez Cossío, son  La Tránsito Smith ha sido secuestrada y Génesis y decadencia de la papa chola.

El rabo de paja de Anita Zuquillo lleva 70 funciones, 55 de ellas en Quito. Ahora está en Guayaquil, en el centro cultural Sarao (Kennedy Vieja, Primera Oeste y avenida  del Periodista). Se  presenta hoy, a las 21h00, y mañana, a las 20h00.
Entrada, $ 10.