Mesa enfrenta ahora el dilema de promulgar la norma o vetarla, y dispone de diez días para tomar la decisión.

Sin embargo, su principal preocupación es que esta ley ahuyente las  petroleras y a inversiones privadas y estigmatice la seguridad jurídica.

La explotación del petróleo  ha sido controlada los últimos ocho años por 20 compañías de Europa, Asia, EE.UU., Brasil y Argentina, pero con la nueva ley se recupera para el Estado la propiedad sobre los hidrocarburos en  boca de pozo o punto de producción.

Publicidad

Además ratifica que deben pagar impuestos por el 50% de las exportaciones: 18% regalías del total exportado e impone el 32% de tributos “no deducibles ni acreditables” a gastos de operación privada.

Desde La Habana, el líder cocalero boliviano Evo Morales dijo que el lunes decidirá la reacción de su partido a la nueva ley.

Morales exige que las regalías impuestas a las empresas petroleras asciendan al 50% y que se tome posesión inmediata de yacimientos explotados por compañías extranjeras que fueron adjudicados a base de contratos rubricados bajo la ley petrolera anterior, aprobada en 1996 y ahora declarados ilegales.

Publicidad