El 14 de enero pasado, Nicanor Alejandro Serrano Aguilar cumplió 72 años.  Poco tiempo después (ayer) es designado por el Congreso, Vicepresidente de la República.

Su designación lo sorprendió, según dijo; “me causa mucha sorpresa, porque no lo busqué y menos lo esperaba”.

Asegura que nunca tuvo ningún tipo de amistad o relación con el Primer Mandatario.  “Saludé en dos ocasiones con él (Palacio) por simple casualidad y cortesía”, insiste: “No sé cómo se originó mi candidatura, tengo la impresión que pudo ser el prefecto, Paúl Carrasco, quien me conoció en las luchas de la Asamblea del Azuay, pero no sé nada en forma concreta”.

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Al referirse a la línea política  manifiesta que es necesario establecer qué se entiende por política.  “Si se entiende por política la vocación del servicio a la comunidad en el más alto sentido de la palabra, en esa línea me encuentro”, asevera.

Es cuencano y participa en política desde la década de los sesenta.  Indica que nunca se afilió a partido alguno, pero, cuando terció como candidato a concejal, diputado o alcalde, lo hizo como parte del Partido Conservador Ecuatoriano y el entonces Movimiento Social Cristiano, en el gobierno de Camilo Ponce Enríquez.