Miles de refugiados e inmigrantes legales no han podido ingresar a Estados Unidos debido a leyes aprobadas desde los ataques terroristas del 2001, según un informe difundido ayer por un grupo activista de la Florida.

No hay nada malo en los refugiados e inmigrantes auténticos, dijo Cheryl Little, directora del Centro para la Defensa de Inmigrantes de la Florida (Florida Inmigrant Advocacy Center, FIAC). Aquí los derechos de los inmigrantes están bajo amenaza constante.

Little dijo que muchos de los cambios empiezan experimentalmente en el estado de la Florida –cuyo gobernador Jeb Bush es hermano del presidente George W. Bush–, y luego se extienden a la nación con efectos que han afectado las vidas y bienestar de los recién llegados en todo Estados Unidos, particularmente mujeres y niños.

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Según el informe de FIAC, Seguridad en nuestras fronteras, son algunas las políticas que obstruyen el ingreso de nuevos inmigrantes y peticionarios de asilo.

Entre ellas menciona las detenciones prolongadas de haitianos y otra procedencia sobre alegaciones de seguridad nacional. Obligar a las policías locales a asumir tareas de aplicación de leyes de inmigración y la implementación de restricciones irracionales para obtener una licencia de conductor.