Los rumores de quiebra vuelven a rodear la figura de Michael Jackson, el llamado ‘rey del pop’, cuyo juicio por pederastia se acerca al final de la primera parte.  Los problemas económicos de la superestrella del pop volvieron a resurgir una vez más, esta vez como parte de los argumentos de la fiscalía contra Jackson.

El intérprete, de 46 años, se enfrenta a cuatro cargos de abuso sexual de los que presuntamente fue víctima un menor de 13 años convaleciente de cáncer. Problemas legales que según la fiscalía coinciden con uno de los peores momentos económicos en la carrera del cantante, abocado a la ruina ante una deuda imparable.

Para apoyar sus argumentos, la acusación utilizó el martes pasado el testimonio del contable John Duross O’Bryan.  Según sus cálculos, Jackson mantiene un ritmo anual de gastos que supera sus ingresos entre 20 y 30 millones de dólares. El testigo señaló que, si bien el activo de Jackson ronda los 130 millones de dólares, entre su catálogo musical, el de los Beatles (del que es propietario) y su rancho Neverland, su deuda puede superar los 415 millones de dólares.

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O’Bryan insistió que la deuda acumulada por Jackson era producto de años, después que el cantante pidiera cuantiosos préstamos sobre su capital y estableciera una línea de gastos muy por encima de sus posibilidades.

Los gastos incluyen cinco millones de dólares en asesoramiento legal, otros tantos para el funcionamiento del rancho Neverland, o una media de 7,5 millones de dólares para gastos personales.

En cuanto a su propia carrera, los ingresos del cantante en esta línea han disminuido en el 30% desde 1999 ante la ausencia de nuevos éxitos.

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Con este análisis de las economías del cantante, la fiscalía quiso recordar al jurado del juicio que Jackson es incapaz en estos momentos de comprar su inocencia.