Casi diez años después de haber sufrido una lesión cerebral que lo dejó virtualmente mudo, un bombero hizo algo que dejó atónitos a su familia y sus médicos: Pidió ver a su esposa.

Empleados del hospital donde Donald Herbert había vivido más de siete años sin hablar corrieron al teléfono para llamar a su esposa Linda.

Fue la primera de muchas conversaciones que el paciente tuvo con su esposa, sus cuatro hijos y otros familiares y amigos el sábado durante 14 horas, dijo el tío de Herbert, Simon Manka.

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¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?, dijo Herbert.  Le dijimos que casi diez años, expresó el tío. Él pensó que habrían sido solo tres meses.

Sofocaba incendio
Herbert, que cumplirá el sábado 44 años, ayudaba a sofocar un incendio el 29 diciembre de 1995 cuando el tejado de la casa se desplomó y lo sepultó bajo los escombros. Tras quedar sin aire durante varios minutos, Herbert estuvo comatoso durante dos meses y medio y desde entonces ha sido sometido a tratamientos de terapia.

Videos de sus tratamientos lo mostraban al parecer incapaz de comunicarse con los demás y apenas consciente de su entorno.

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Uno de los visitantes a la casa de salud fue el bombero Anthony Liberatore, quien contó que el paciente   había estado despierto hasta altas horas de la madrugada, hablando con sus hijos y escuchando lo que estos han estado haciendo en los últimos años.

Los hijos de Herbert tenían 3, 11, 13 y 14 años de edad, respectivamente, cuando el paciente fue lesionado.

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Transformación
Los especialistas creen que la transformación se puede deber a algún cambio de medicamentos o a que el cerebro del paciente se hubiera dañado por alguna otra enfermedad y no por la lesión sufrida durante el incendio, que fue atendida con éxito.

No es la primera vez que tiene lugar un caso como este en Estados Unidos.

Un hombre de Arkansas que había sido víctima de un accidente automovilístico, Terry Wallis, pasó 19 años en coma, pero hace dos años se despertó y comenzó a hablar con sus familiares.

También un policía de Tennessee, Gary Dockery, habló ocho años después de haber quedado paralizado y mudo durante un tiroteo en 1988. Murió de un coágulo en un pulmón en 1997.

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Sin embargo, ninguna de estas víctimas se encontraba en un estado vegetativo persistente como fue el caso de Terri Schiavo, la mujer que murió el mes pasado, luego de que le fuera removida la sonda por la que se le alimentaba y que generó una gran polémica nacional.