En medio de una nueva escalada verbal de Brasil y Argentina, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva afirmó el miércoles que ambos países están obligados a gustarse porque dependen el uno del otro.
 
No me podría gustar Argentina si Argentina hiciese todo lo que yo quiero, ni Argentina podría gustar de mí, si yo hiciese todo lo que ellos quieren, dijo Lula en declaraciones difundidas por el palacio de gobierno.
 
A pesar de las diferencias, nos tenemos que gustar porque Brasil y Argentina dependen uno del otro, agregó refiriéndose a la importancia de la relación tanto política como económica de los dos países.
 
Dijo que ambas naciones podían tener visiones políticas diferentes, pero eso no implica que no tengamos una relación armónica.
 
Los lazos de Brasilia y Buenos Aires atraviesan un nuevo bache luego que el canciller argentino, Rafael Bielsa, revelara el lunes discrepancias con Brasil por temas como candidaturas a la secretaría general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y qué foro regional debería mediar en crisis políticas como la de Ecuador.
 
Brasil, a través de su canciller Celso Amorím, ha ratificado el carácter prioritario que da el gobierno a las relaciones con Buenos Aires, mientras Marco Aurelio García, asesor de asuntos internacionales del presidente Lula, ha dicho que Brasil pudo incurrir en errores y   no haya sido suficientemente explícito en explicar sus posiciones a la Argentina.
 
En un intento de mejorar las relaciones, el presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado brasileño se reunirá esta semana en Buenos Aires con sus colegas del Congreso argentino, según informó el miércoles el despacho del legislador.
 
   El senador Cristovam Buarque, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), se reunirá el 6 de mayo con los presidentes de las comisiones de relaciones exteriores del Senado y de la Cámara argentina, senador Ramón Puerta y el diputado Jorge Arguello, respectivamente.
 
En el caso de las relaciones entre Brasil y Argentina no hay ninguna razón objetiva que justifique esa enemistad, dijo Buarque en un discurso ante el comité legislativo.
 
Cualquiera de nuestros países que en un momento desdeñe la situación del otro, debe recordar que en breve esa posición puede invertirse, dijo.
 
Indicó que un conflicto entre nosotros servirá apenas para fortalecer la hegemonía de Estados Unidos en el continente. Reducirá una necesaria cooperación en el área económica, cultural, en la seguridad, no apenas del continente, sino también de todo el Atlántico sur, agregó el senador en su discurso difundido por su oficina de prensa en el congreso.