La nueva directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman, calificó este martes de "inaceptable" el elevado número de muertes que causa la malaria e instó a redoblar los esfuerzos para combatir esta enfermedad.
 
En su primera intervención pública tras asumir el puesto el sábado pasado, Veneman recordó que la malaria "mata a un niño cada 30 segundos en Africa Subsahariana".
 
Más de un millón de personas muere cada año en el mundo debido a esta enfermedad, la gran mayoría niños menores de cinco años, agregó para recordar que cientos de millones sufren la enfermedad.
 
"Es más, los niños que sobreviven pueden quedar anémicos o con incapacidades permanentes para el aprendizaje, lo que tiene un impacto importante en su crecimiento y desarrollo", dijo.
 
Veneman, quien hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Nueva York para presentar el primer informe sobre malaria en el mundo, indicó que en las décadas de 1960 y 1970 se lograron avances considerables en la lucha contra este mal, pero que en los últimos 20 años ha resurgido la enfermedad.
 
El documento fue elaborado conjuntamente por el Fondo Mundial de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
Tras señalar que existe la posibilidad de reducir drásticamente el número de casos y decesos, Veneman dijo que es algo obligatorio si se quieren cumplir los objetivos de desarrollo fijados por los países miembros de la ONU para su cumplimiento en 2015, entre los que figura reducir a la mitad el porcentaje de personas que vive con menos de un dólar al día y sufre hambre.
 
Combatir la malaria o paludismo, el sida y la tuberculosis, es otro de esos objetivos y, según Veneman, uno de los mayores desafíos en materia de salud en los países más pobres.
 
La representante de la OMS, Fatouma Nafo-Traoré, subrayó que se han aumentado los recursos financieros para combatir la enfermedad, pero aún son insuficientes comparados con las necesidades.
 
La experta señaló que harían falta 3.000 millones de dólares al año para la prevención y tratamiento de la malaria, de los cuales 2.000 millones serían solo para África.
 
Agregó que este continente pierde cada año 12.000 millones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB) debido a la enfermedad, lo que representa una cifra muy superior a los recursos necesarios para combatirla.
 
En igual sentido se expresó el director adjunto de UNICEF, Kul Gautam, quien advirtió de las secuelas que deja la enfermedad y el impacto que tiene sobre la salud, la nutrición y la educación de los niños.
 
Gautam señaló que las deficiencias nutritivas, educativas y, a menudo las dificultades de aprendizaje, se traducen en una menor productividad cuando son adultos o la imposibilidad de trabajar, que agrava su situación de pobreza.