El crecimiento de  un río costeño depende de las lluvias que caen en las montañas, según expertos.

Las lluvias que caen en las planicies costeñas no son el único factor que determina el crecimiento de la corriente de los ríos y su posterior desbordamiento.

El proceso de acumulación de sedimentos en los ríos costeños se origina en las alturas, en las montañas de la cordillera de los Andes, donde nacen las vertientes. Así lo explican los expertos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

Publicidad

Según el ingeniero geólogo Napoleón Burbano, los afluentes que se abren paso por los desfiladeros entre las montañas rocosas alimentan con sedimentos los lechos de los ríos costeños.

Se trata de ínfimas partículas que se desprenden del suelo. Estas son transportadas hacia el lecho de los ríos con las lluvias. “Los sedimentos se mantienen en suspensión por la velocidad del agua que se desliza hacia la Costa por las pendientes”, indica Burbano.
El problema se origina cuando la velocidad del agua que transcurre por el lecho se reduce al toparse con las llanuras costeñas, donde las pendientes son más planas. “Por la influencia de las leyes de la gravedad, estas partículas tienden a sedimentarse y forman lo que se conoce como barra de sedimentos”, afirma Burbano, quien labora en el Departamento de Hidrología del Inamhi.

Este conjunto de partículas depositadas en el fondo de los ríos provoca además la reducción de la profundidad y posteriormente el desbordamiento de las aguas sobre las zonas aledañas a los cauces.

Publicidad

Las lluvias que se presentan durante la temporada invernal originan un “mayor flujo de agua hacia las partes bajas y a una velocidad más alta de lo normal. Estos torrentes arrastran también palizadas que obstruyen las alcantarillas”, explica Burbano.

Este fenómeno ya ocasionó la muerte de cinco personas en la Costa y el Oriente del país. “La gente debe evitar bañarse en los ríos durante marzo y abril, meses cuando las lluvias se intensifican por lo que las correntadas se aceleran”, recomienda Burbano.

Publicidad

Las municipalidades de los cantones deben determinar el comportamiento de los ríos que corren por sus jurisdicciones a lo largo de la historia, según el Inamhi.

“Solo así se podrán prevenir catástrofes ya comunes en el invierno producto de las inundaciones”, señala Burbano.

Alto nivel de lluvias
En Portoviejo llovió tres veces más de lo normal durante abril pasado, según los reportes emitidos por la estación meteorológica instalada en la capital manabita.

El ingeniero Humberto Enríquez, del Departamento de Meteorología del Inamhi, afirma que hasta el 30 de abril pasado cayeron sobre esta zona 269 milímetros de agua, el  295% sobre los niveles normales.

Publicidad

Los reportes indican que las lluvias disminuirán de forma paulatina durante mayo hasta desaparecer.

RECOMENDACIONES

PREVISIÓN
Las personas que viven al pie de los ríos deben conocer el nivel más alto al que ha llegado aquel afluente durante la historia. Una inundación de gran envergadura puede ocurrir cada 20 años, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

ZONAS SEGURAS
Antes de asentarse en un sitio determinado, los habitantes deben acudir a la   Municipalidad de su jurisdicción para conocer los sitios más idóneos para construir sus viviendas.

LIMPIEZA Y DRAGADO
Los municipios deben impulsar mingas de limpieza en el lecho de los ríos y dragarlos durante el verano. Construcción de muros de gaviones y colocación de sacos de arena en los bordes del lecho de los ríos.