El primer ministro de Australia John Howard anunció que no cederá ante los secuestradores de un australiano en Iraq, que exigen de Canberra el retiro de sus tropas, mientras Bagdad era golpeada de nuevo este lunes por coches bombas que causaron 9 muertos y 20 heridos.
 
El gobierno de Australia, aliado de Estados Unidos en Iraq, envió este lunes  un equipo de socorro en forma urgente a este país para buscar la liberación de  un ciudadano australiano secuestrado, pero rechazó ceder a la exigencia de los  rebeldes de retirar sus tropas.
 
La familia del rehén se declaró "extremadamente preocupada" por la suerte  de Douglas Wood, de 63 años, que brindaba servicios al ejército estadounidense  en Iraq cuando fue secuestrado, según la prensa.
 
El primer ministro australiano John Howard declaró que la política  extranjera australiana no puede ser "dictada por terroristas" y calificó el  secuestro de un "acto diabólico".
 
El canciller australiano Alexander Downer precisó en Sidney que un equipo  había partido hacia Iraq, integrado por diplomáticos, funcionarios de la  policía federal y personal de Defensa.
 
"Una fuerza de intervención interministerial fue constituida y será  desplegada como equipo de socorro", aseguró.
 
Australia es uno de los aliados más fieles de la política del presidente  estadounidense George W. Bush en Iraq. El país había enviado 2.000 soldados  para la invasión del país. Unos 550 militares todavía están en el país y deben  recibir el refuerzo de 350 hombres adicionales.
 
Los secuestradores de Douglas Wood exigen el retiro de Iraq de las tropas  australianas, estadounidenses y británicas, según un video difundido el domingo  por el canal de información británico Sky News.