El presidente Álvaro Uribe rechazó demandas de las comunidades indígenas de desmilitarizar sus territorios del suroeste de Colombia, asediados por la guerrilla, y al contrario, anunció que lanzará una ofensiva general para derrotar a los grupos violentos.

No estamos de acuerdo con que las trincheras y los búnker de la policía y el ejército estén dentro de los cascos urbanos de nuestros municipios, le dijo el líder indígena Guillermo Piñachué a Uribe durante un consejo comunal  el sábado pasado en el municipio de Santander de Quilichao, a 320 kilómetros de Bogotá.

Agregó que el retiro de la policía y el ejército debe producirse para evitar que los indios sean víctimas de los ataques de la guerrilla, como sucedió en las últimas dos semanas en los municipios de Toribío, Jambaló y Tacueyó que fueron atacados por las FARC.

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La presencia de la fuerza pública no se renuncia ni se discute, respondió Uribe al líder indígena y anunció que le ha pedido a las tropas una acción de definición, no de contención, para derrotar al terrorismo.