Establecer un sistema de veeduría a través de las embajadas acreditadas en el país sobre el proceso de designación de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) es, entre otros, uno de los objetivos de la misión de la Comunidad Sudamericana que visita Ecuador desde el pasado viernes.

Así lo informó ayer el canciller de Brasil, Celso Amorim, quien viajó luego a Guayaquil junto con los embajadores de Perú y de su país en Ecuador, Luis Armchand y Sergio Florencio, respectivamente; y el cónsul de Brasil, Alberto Dassum, para dialogar con el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.

Aunque no se pronunció sobre el asilo concedido por su gobierno al ex mandatario ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, tras su derrocamiento el pasado 20 de abril, el diplomático indicó que la Comunidad Sudamericana es un actor coadyuvante para el fortalecimiento institucional del Ecuador, aunque las soluciones deben ser internas.  

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Amorim indicó que Brasil no tiene la práctica de reconocer a un gobierno u otro sino mantener las relaciones entre estados. Por ello, se mostró satisfecho de la conversación con el presidente de la República, Alfredo Palacio, y calificó a sus puntos de vista de “sensatos”.

Hablamos con varios partidos políticos y movimientos sociales, dijo. Directamente o por intermedio de nuestros embajadores, expresó,  en las próximas semanas participaremos en las veedurías para el nombramiento de la CSJ.

Pese a ello, reconoció que  en la ejecución de esos objetivos, algunas decisiones tendrán que ser tomadas por los países individualmente pero de manera coordinada. 

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El canciller brasileño calificó a la caída de Gutiérrez como una “fragilización de la institucionalidad” que, según consideró, no empezó con los acontecimientos del pasado 20 de abril sino que inició antes, aunque no especificó cuándo.

En Guayaquil, el canciller mantuvo una reunión privada con el alcalde Nebot a las 13h00 y duró cerca de una hora y media, donde abordaron los antecedentes que determinaron la destitución del ex presidente Lucio Gutiérrez. Luego la delegación retornó a la capital de la República, para dirigirse a sus países de origen.