“Gracias Toro”, “Gracias Mireya”, “Gracias Martín”. Así termina el aviso publicitario que el pasado 3 de abril, en media página publicó en el diario La Prensa de Ciudad de Panamá el ex presidente ecuatoriano, Abdalá Bucaram Ortiz, y que firma como “El Loco que ama”.

Se refiere a los tres últimos ex presidentes de ese país, Ernesto Toro Pérez Balladares, quien gobernó hasta 1999; Mireya Moscoso, quien lo hizo hasta el 2004 y el actual mandatario del Istmo, Martín Torrijos, a quien ahora Bucaram está solicitando un cuarto asilo político, como lo hizo en la década del ochenta y en el noventa en dos ocasiones.

“Panamá, mi segunda Patria”, afirma Bucaram al inicio de una larga carta en la que parece decir adiós definitivo al sitio donde su más reciente estadía duró ocho años. Tres semanas después, estaba de retorno. El “retorno del hijastro malcriado”, como señaló el mismo diario, recientemente.

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“Me despido con dos lágrimas de amor en mi alma, y con un dolor profundo en mi corazón, pues eres de esos puertos de los que cuesta partir cuando se llega, te has convertido en piel de mi piel.... Te amo, Panamá. Que Dios te cuide y te proteja”, señala Abdalá Bucaram en su escrito, dos días después de haber viajado a Guayaquil.

El líder del PRE solo estuvo 20 días en el Ecuador.