Unos 12.000 campesinos sin tierra se congregaron este domingo en la ciudad brasileña de Goiania para emprender una marcha de 210 kilómetros hasta Brasilia, con la que buscan presionar al Gobierno para que agilice la reforma agraria.
 
Los manifestantes, que proceden de 23 estados brasileños, se reunieron en la Plaza Cívica de Goiania, capital del estado de Goiás (centro), para un acto público, y luego caminaron hacia el estadio Serra Dourada, desde donde mañana emprenderán la marcha.
 
La caminata, que debe llegar el 17 de mayo a Brasilia, fue convocada por el Movimiento de los Sin Tierra (MST), con el apoyo de Vía Campesina Brasil, la Comisión Pastoral de la Tierra y varios movimientos sociales.
 
El objetivo de la marcha, que culminará con una manifestación en la Explanada de los Ministerios, en la capital federal, es presionar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para que agilice la entrega de títulos de propiedad de tierra a campesinos pobres.
 
"El ritmo de la reforma agraria del gobierno Lula está muy lento y no satisface a los movimiento sociales", manifestó Valter Misnerovizz, miembro de la Dirección Nacional del MST, según la oficial "Agencia Brasil".
 
En el Plan Nacional de Reforma Agraria, lanzado en noviembre de 2003, el gobierno brasileño se comprometió a dar tierras a 400.000 familias pobres hasta 2006, cuando termina el mandato de Lula, pero según el MST esa meta está lejana.
 
Joao Pedro Stédile, uno de los líderes del MST, afirmó en una entrevista con el semanario "Epoca" que aunque el Gobierno dice haber asentado a unas 81.000 familias campesinas, apenas 33.344 recibieron títulos de propiedad de la tierra en los dos primeros años de mandato de Lula.
 
Misnerovizz agregó que los movimientos sociales están disconformes "tanto con el número de familias beneficiadas como con la atención y el desarrollo de los asentamientos creados por el Gobierno".
 
"Todavía está muy lejos de lo que esperamos y de lo que negociamos con el Gobierno, que no está cumpliendo con la meta del Plan Nacional de Reforma Agraria", agregó.
 
Además de la agilización de la reforma agraria, los organizadores de la marcha también quieren llamar la atención de la sociedad sobre los principales problemas del país, como la pobreza, el desempleo, la violencia y la desigualdad en la distribución de la renta.
 
"No podemos aceptar pasivamente esa política económica que concentra riqueza y desemplea trabajadores", agregó Misnerovizz.